Es una obra que sale de lo común, es entretenida y alocada,con detalles rockeros y psicodélicos, poco realista y con mucha fantasía, por ejemplo, un gato llamado Pink Tomate que habla y que actua como un ser humano o el hecho de que Gary Gilmour muere en la silla electrica y un par de capítulos después resucita para encontrarse con su compañero de la cárcel Max, me parece que algunas historias son tan ilógicas que pierde el sentido seguir leyéndolas. Las historias se desarrollan mientras los personajes escuchan canciones de Jimi Hendrix, The Beatles, Rolling, entre otros; todo eso me parecio interesante porque este libro encierra mucho de lo que es la música, sobretodo el rock, es como si las canciones se convirtieran en literatura, no es tan bueno como escucharla, pero llama un poco más la atención y hace que uno quiera seguir leyendo, si te gusta esa música claro. Por eso si buscas una literatura dieferente y te gusta el rock te recomiendo este libro.
Bryan Constante
viernes, 2 de mayo de 2008
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